Librerías del fondo de cultura económica, ¿es una broma?

¿En serio?
En México, como en el resto del mundo, supongo, es común que envíen a los estudiantes de diferentes grados académicos a visitar los museos, la finalidad, por supuesto, es fomentar el flujo económico, a saber, del bolsillo del padre, al bolsillo del hijo, a las arcas del museo, además tal vez los chavales  aprendan algo...

Pues hace mil siglos y tres días, me enviaron al Museo Franz Mayer. Solo o acompañado, ¿a quien le importa?, me entretuve observado cuadros sosos que no despertaban mi interés, sin embargo comente con entusiasmo un cuadro que representaba una escena de caza, (como el de Cuéntame) y no destacaba en nada (como el de Cuéntame), pero gracias a ello obtuve una buena calificación en el insípido ensayo que entregue para cumplir con el compromiso. Y... ¿a que viene todo esto?, que fue mi primera experiencia de acoso por parte del personal de seguridad de un "recinto cultural", sin importar en que momento volteara la misma mujer, entrada en años y en carnes, con expresión severa y uniforme azul a juego, siempre se encontraba a mis espaldas... tras un par de cuadros de taquicardia, y antes de que el pánico se apoderara de mi,  pensé que dos podían jugar al mismo juego, y con rapidez el museo se convirtió en un escenario gigantesco de pac-man, el objetivo, observar fijamente por la espalda a la vigilante (bazinga!) mientras ella continuaba dándome caza. Me divertí. Lo repeti en un par de ocasiones.


Ahora que...

...me sigo haciendo mayor sin delicadeza, me encontraba en el interior de alguna librería del FCE, de inmediato, un dependiente, camisa tipo polo, negra, con un discreto logotipo del FCE bordado, y gafas de pasta de inmediato se acerco a mi preguntando ¿le puedo ayudar en algo?, frente a mi  se desplegó una lista de opciones:
a) preguntar por algún libro que sé que han editado pero que no tienen, v.g. La Rama Dorada, o, siendo menos gafapaster,  algún autor que seguramente no conocen v.g. Olaf Stapledon, ¿objetivo? desembarazarme del dependiente, y poder curiosear a mis anchas, que es lo que se debe hacer en una librería.
b) Contestar, sin ironía, tan solo asentando un hecho; No. Dar media vuelta, y continuar con mi recorrido aleatorio.

Me decidí por la opción b. Como resultado el dependiente me observo con gesto ceñudo. A cambio, obtuvo la misma mirada ceñuda, hasta que incomodo, se dedico a las misteriosas ocupaciones que tiene un dependiente de librería. Y yo pude seguir con mis asuntos, sin embargo la inequívoca paramnesia resultante me dio la idea para este post... hasta que, al pagar en caja, me encontré con la imagen que encabeza esta entrada...

¿En serio?

El salario mínimo en México, se divide en tres zonas, la variación del monto entre estas zonas es de poco mas de tres pesos. Lo podemos redondear en 60.00 (4.43 USD) pesos por día.  Un libro cualquiera de la editorial Anagrama cuesta entre doscientos y trescientos pesos. Es decir, para comprar una obra de interés de esta editorial debes de acumular el producto de  tu trabajo por cinco días. Si tienes la mala costumbre de comer, lo vas a pasar mal si pretendes dedicar tu tiempo libre a la lectura. Ahora bien, con cerca de tres mil pesos, puedes adquirir un dispositivo dedicado al lectura, pantalla de tinta digital, y mediante cualquier conexión a internet (entre diez y quince pesos la hora en un café) puedes descargar cantidades obscenas de libros digitalizados sin costo extra. El dichoso lector, que comprar supone un gran esfuerzo, acaba valiendo su peso en oro. Si prefieres que tu lector no sea un dispositivo dedicado siempre quedan los Tablets chinos, con OS Android, que brindan una buena cantidad de funciones a precios mas que razonables. Si eres masoquista siempre quedan las viejas PDAs, y los ahora ubicuos teléfonos inteligentes. El punto es que, en muy poco tiempo amortizaras el costo del dispositivo, y leerás mas de lo que hubieras podido leer con el mismo sueldo, sin pagar 300.00 por cada bendito libro, además, ningún árbol fantasma te atormentara durante las madrugadas...  ¿que tiene esto de malo?

Bueno, hay gente que deja de ganar dinero, principalmente las distribuidoras, las editoras, las librerías, y el autor.... o eso es lo que quieren hacernos creer, porque, siendo honestos, hay multitud de autores con los que nunca me hubiera arriesgado de haber tenido que pagar trescientos pesos por ellos, algunos me han decepcionado, de otros me he vuelto incondicional, pero a la larga la simple verdad es que no los hubiera conocido de no ser por la distribución digital, es decir, no hubiera pagado por los libros de papel, en otras palabras nadie pierde nada, tan solo obtienen un lector asiduo que de vez en cuando gastara su salario en adquirir novedades de autores que conoció sin pagar por ellos.

Que cantidad de personas dediquen su tiempo libre a escanear, hacer OCR, corregir, y subir a diferentes servidores alrededor del mundo libros en formatos digitales, sin costo alguno, no puede tener nada de malo, después de todo, siempre que nos quejamos que en México (del que he nacido orgulloso, pero no vivo feliz) la población no lee, y el nivel cultural roza lo patético, deberíamos de recordar que el Laberinto de la Soledad publicado por el FCE, cuesta mas que un día de Salario Mínimo.

Enlaces de interés:

http://www.gutenberg.org/wiki/ES_Portada
http://www.bibliotheka.org/

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