Amores peregrinos.
¿Recuerdas
cuando te enamoraste de aquella mujer, al mismo tiempo que te las
ingeniabas para pasar de largo por la educación intermedia, sin perder
demasiado tiempo, sin reprobar demasiadas materias, y con el cerebro lo
bastante completo como para ser medianamente funcional después de tal
tormento? Yo lo recuerdo. Héctor Belascoaran Shayne, de oficio malparido
detective mexicano también. Y, ahora, con un ojo de menos y mas
cicatrices de las que se atreve a contar, el destino, la suerte, Dioses
o Demonios, reencuentran al malhadado detective con aquella , y como pasa siempre en estos casos se encuentre brindando una ayuda que no le fue solicitada... al menos no directamente.
De cuyo nombre ahora no me quiero acordar...
Hector Belascoran Shayne, tiene 39 años.
Natalia Smith-Corona, nombre artístico tan cabal como Smith & Wesson, despues de robar, inadvertidamente todo sea dicho, el corazón del detective,
ha seguido una irregular carrera como actriz, sus andares la han
llevado a la frontera norte de México, donde es acosada por un extraño
"admirador", al tiempo que lleva al cabo labores de enlace entre un
gringo loco que caza inmigrantes y un alto ejecutivo de televisa
aficionado a realizar felaciones a luchadores triple A (como todo
ejecutivo de televisa, al fin y al cabo). Todo ello aderezado, con el secuestro masivo de putas
de Zacatecas, enanos insolentes y la practica del onanismo llevada al extremo.
A vuelo de teclado...
Me sabe mal decirlo; esta es la novela menos lograda que he leído de la serie de Belascoaran. Aunque cuenta con una trama ágil y personajes mas o menos carismáticos algo acaba por hacer falta para que se trate de una novela redonda. No puedo evitar pensar que con un poco mas de desarrollo las cosas hubieran sido diferentes, simplemente al final todo parece ocurrir a trompicones y finalizar de forma apresurada. Pero Belascoran conserva el carisma, y la he disfrutado, sin embargo, para la calidad a la que nos tiene acostumbrados esta serie, no deja de ser un relato mediocre.
A vuelo de teclado...
Me sabe mal decirlo; esta es la novela menos lograda que he leído de la serie de Belascoaran. Aunque cuenta con una trama ágil y personajes mas o menos carismáticos algo acaba por hacer falta para que se trate de una novela redonda. No puedo evitar pensar que con un poco mas de desarrollo las cosas hubieran sido diferentes, simplemente al final todo parece ocurrir a trompicones y finalizar de forma apresurada. Pero Belascoran conserva el carisma, y la he disfrutado, sin embargo, para la calidad a la que nos tiene acostumbrados esta serie, no deja de ser un relato mediocre.
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