Experiencia de Usuario: Telcel, Centro de Atención a Clientes



Todos sabemos que las tarifas de telefonía celular de México son de las mas altas del mundo. También sabemos que el servicio es una mierda, que la cobertura no es tan amplia, ni tan buena como podría ser, y que los servicios de transmisión de datos dejan mucho que desear, también sabemos que cobran por minuto, aunque sería muy sencillo (y justo) facturar por segundo, pero claro, como el Puto ingeniero cada año sube puestos en la lista de Forbes, no podemos mas que llevados por un fervor patrio continuar sufriendo los abusos de Telcel... de múltiples formas...
Tuve que acudir a un centro de atención a clientes de Telcel. Era domingo. La atmósfera estaba caldeada. El sitio se encontraba lleno, demasiado lleno, y aunque contaba con casi treinta ventanillas no todas estaban en servicio, los usuarios, tras tomar su ficha, deambulaban entre las vitrinas con una increíble opacidad zombie en las miradas. Yo los observaba aburrido. A mi derecha, un miembro de la infame ASE, con gafas de aviador, barriga cervecera, y con aspecto de haber sido desbastado con una lija de grano grueso se entretenía pendejeando con un Nokia N9. De vez en cuando, lanzaba lubricas miradas a una de las cajeras... Yo me pregunte que diablos hacia ahí un animal como ese. Me pregunte que diablos hacia yo ahí. Me pregunte el significado de la vida, del amor, y muchas otras cosas. Después, gracias a mi insólita capacidad de evasión, recordé aquella escena alucinante de 2001 que ocurre poco después del my god, it's full of stars... y transcurrieron varias horas en el limbo hasta que por fin  resolví el asunto que me llevo hasta ahí, pensé en escribir una retahíla de amargas quejas con respecto a la ineficiencia de los que ahí laboran, sin embargo, como soy un tipo perezoso, decidí que sería mas sencillo dejar constancia del testimonio de otros usuarios satisfechos, ya que, al llegar por fin a la ventanilla que me asignaron, y tras comprobar que la inteligencia de la mujer detrás del cristal correspondía con su aspecto, me encontré con estos seudo grafitis que la desesperación, el hastío, y el aburrimiento llevaron a escribir a otros infelices que sufrieron de la atención a clientes de telcel antes que yo:








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