El Hobbit (1937), J. R. R. Tolkien.

... este hacerse mayor sin delicadeza...

Bilbo Bolsón es un hobbit, y como tal es gordo, remolón y despreocupado, prefiere una buena cena a una intrépida aventura, además es un hobbit acomodado con un buen agujero hobbit, con ventanas redondas, limpio y bien iluminado, en pocas palabras se trata de un hobitt feliz... hasta que un mal día, Gandalf el gris, ese viejo mago con aspecto de vagabundo, toca a su puerta y lo involucra en contra de su voluntad en una Aventura, una aventura en la que lo acompañaran trece enanos que buscan un tesoro enorme, un montón de elfos mariquitas, algunos trasgos (a mi siempre me han hecho gracias los trasgos), wargos, un señor de las Águilas, y un hombre-oso (¡¡¡Beorrrrrnnnn!!!!) además de un Dragón, rojo, feroz y codicioso, como corresponde, y que debe morir, y un anillo único que le da la habilidad de volverse invisible... para sobrevivir Bilbo Bolson, hobbit y aprendiz de saqueador debe de hacer uso del característico sigilo hobbit, pero sobretodo de su ingenio...


A vuelo de teclado...

La primera vez que leí este libro me quedo clara una cosa: los elfos son maricas... cuando leí el Señor de los Anillos descubrí que el único héroe de toda la trama es Gollum, y que Frodo es una nenaza. Después de leer el Silmarillion me dije: !Puto Gandalf de mierda!, ¿como es posible que chille como cerdo asustado por un mugroso Balrog?, ¡batallas las de antes, héroes los de antes, magos los de antes!, también (loco de mí) me acorde inevitablemente de Memoria del Fuego, de Eduardo Galeano, ¿Por que? Porqué el génesis debería de ser una canción... y aunque parezca que me quejo en realidad disfrute mucho de cada libro, la prosa de Tolkien y sus arcaismos tejen una red a tu alrededor sin que apenas lo notes, y cuando te das cuenta tu incredulidad se ha suspendido. 
Ahora que vuelvo a leer El hobbit me doy cuenta de algo, este libro se debe de leer en voz alta.Y no digo más, es un signo patognomónico de mi incipiente "adultez". Imprescindible.

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