La Tumba (1961) José Agustín.

Léase en menos de dos horas.


Es muy, pero muy fácil identificarse con el protagonista (Vasconceliano) de La tumba, se trata de un adolescente boca-floja, irreverente, malcriado y que no para de dárselas de listo, que además con frecuencia se entrega a orgías Dionisiacas, mientras que intenta tirarse a quien se le ponga enfrente, si además puede humillar a algún profesor en el camino, pues que mejor... todo ello en un ambiente de clase alta, rodeado de lujos, oportunidades, comodidades, insufribles intelectuales adolescentes, y la hipocresía institucional en un México que ya nos parece viejo, sin embargo, a pesar de esta descripción no se trata de un adolescente repelente, tan soló de un adolescente que busca encontrarse, tal vez encontrar una causa, o una forma de amar, todo ello dentro de la inevitable marea de los mega dramas adolescentes...
A Vuelo de teclado.

Creo que Hemingway narra situaciones complejas de forma simple. Permite que tu imaginación trabaje con la materia prima mínima necesaria, y eso funciona muy bien, el mejor ejemplo, para mí, es Adiós a las armas. Creo que José Agustín narra situaciones imposibles con un desparpajo inhumano, aquella escena de la Masturbación en Dos horas de sol es realmente sublime por lo grotesco de la situación, pero también por la forma de contarla le arranca con facilidad una sonrisa al lector, sus cuentos, esos cuentos de Bailando en la Oscuridad, (distribuidos de forma gratuita por el GDF, en el Zócalo de la ciudad de México, y que te permitían observar a PIT ll en chinga desatando cajas y repartiendo libros, además claro de que coordino la colección), manejan los diálogos con una frescura pocas veces vista. Son diálogos que lees y crees, a pesar de que ṕuedan parecer rebuscados no dejan de ser auténticos, y aunque el argumento puede ser predecible, al final este cuento largo, o novela corta, resulta imprescindible.



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