México 2012.

:
El día de ayer, viernes, tuve una charla interesante: ingenuo de mí, comenté en el trabajo mi intención de acudir a la marcha del Ángel de la Independencia, ante lo cual unas cuantas miradas de incredulidad (¿desprecio, mofa?) recorrieron mi fisonomía. La gente a mi alrededor se negaba a creer en mis intenciones, mientras que en la televisión algún perro (guau, guau) de TV Azteca, ladraba alguna invectiva en contra del incumplimiento del candidato del PRD ante el pacto de civilidad, alguien más se vanagloriaba defendiendo sus encuestas, y uno de mis contertulios comentó: ¡De todos modos no va a cambiar nada!, ¡Peña va a ser presidente!, a lo cual respondí: Tal vez, pero debe quedarle claro que un buen montón de gente no votó por él, que un montón de gente va a estar con la lista de compromisos en la mano presta a exigirle que los cumpla. Para mí de eso se trata, después de todo ¿No quieren que la gente se involucre? Pues venga, vamos a involucrarnos y luego que no chillen si de vez en cuando reciben un escupitajo en medio de la cara (y mientras pensaba: en México nos encanta matar Caudillos, deberían tenerlo en cuenta) y, que no comiencen de maricas a gimotear porque no tienen mayoría en el congreso y si se obstaculizan sus reformas... Así es México, y si no me creen que se acuerden de Madero... Además, como Peña es un político tan hábil, seguro podrá negociar todas las reformas... concluí con sorna. Así es como algunos percibimos el clima en México... y hoy es día de marcha.
















































Comentarios