The Last of Us (2013) Naugthy Dog

Naugthy Dog, los creadores de Uncharted, se han especializado en subir el listón en cada juego que han creado durante esta generación. Uncharted es un juego de disparos en tercera persona con plataformas testimoniales, bueno en su época y que aún se juega con gusto. La segunda parte demostró una innegable maestría en el arte del Script por parte de sus creadores, cada una las situaciones parecía aun mas arriesgada que la anterior y te dejaba sin aliento. La tercera entrega cierra el círculo, recreándonos con la relación  paterno-filial de Sully y Drake. Cada uno de estos juegos superó al anterior y la calidad gráfica es totalmente innegable. Son juegos imprescindibles por derecho propio. Y ahora, casi al cierre de generación, cuando la PS4 ya se vislumbra en el horizonte, el estudio se despide con lo que sin duda, será reconocida como su obra maestra...



La historia no es original. Una pandemia fúngica cambia por completo la civilización. Infecta a los seres humanos y los reduce a animales violentos y con el tiempo los transforma en una especie de depredadores con el rostro mutilado, diseñado para arrancar y destrozar tejidos. Por supuesto, no todos son infectados y los sobrevivientes se organizan de diferentes maneras, buscando acaparar recursos, y monopolizar todos los objetos esenciales. De inmediato, en este escenario apocalíptico pensamos en el Día de los Trífidos, un clásico de la ciencia ficción, pero es que yo siempre estoy pensando en trífidos. Joel, un tranquilo padre suburbano se encuentra en su domicilio, cuando se desata el pandemonio, durante el caos inicial, su hija adolescente es asesinada, y Joel logra escapar junto con su hermano. Años después lo encontramos viejo, cínico y demacrado, hasta que las circunstancias lo ligan a Ellie, una adolescente que (Oh, sorpresa de sorpresas) es inmune a la infección; Joel, a regañadientes debe  protegerla durante un largo viaje a través de una Norteamérica desolada, enfrentándose a infectados y vándalos humanos para llevar a Ellie con el único grupo que persevera intentando encontrar una cura. Es previsible que la relación que se establece entre ambos progresará hasta convertirse en un extraño cariño (¿amor?) entre padre e hija...




Ni siquiera voy a comentar el apartado gráfico, Naugthy Dog siempre demuestra su maestría evitando pesadas instalaciones en el disco duro y con unos gráficos y animaciones realmente soberbios. La mayoría de la texturas muestran una resolución pocas veces vista en un PS3, y en mi caso la tasa de frames sólo descendió en un par de momentos aislados; aunque nunca supera los 30 FPS, ni alcanza esa velocidad de God of war Ascension, o Rage. La verdad es que la calidad de la animación y la cantidad de detalles en cada escenario, el juego de luces y sombras en conjunto hacen que simplemente ignores ese detalle. Por otro lado, en las escenas a caballo el popping (la aparición de objetos de forma brusca en el horizonte) es simplemente inevitable; un error molesto que no demerita la calidad del juego.



La música acompaña con total acierto cada una de las situaciones del juego, desde los momentos emotivos entre Ellie y Joel, hasta la presencia de seres humanos o inhumanos que representan una amenaza, o la vista de las ciudades desiertas y semi-derruidas logrando transmitir melancolía, tensión o el más puro terror. Gustavo Santaloalla, el compositor de la música de No country for old men, (esa adaptación peculiar de la aún mas peculiar novela de Cormack McCarthy), ha realizado un trabajo sublime. Los efectos de sonido, los disparos en habitaciones vacías, el galopar de los caballos, los objetos contusos golpeando contra un cráneo humano, el chapoteo de las botas dentro de una alcantarilla, o los gemidos semi-humanos de los infectados simplemente marcan un antes y después. No recuerdo efectos sonoros tan cuidado desde que jugué al Bad Company 2, es el tipo de cuidado por el detalle y ese obsesivo afán de ser meticuloso hasta el hastío, los que provocan una gran satisfacción en el usuario final. En esta ocasión, al igual que en su titulo previo, Naugthy Dog incluye un doblaje en español mayoritario, el cual es correcto, neutral y sin gilipolleces.

Gráficos impresionantes, sonidos y música majestuosos. ¡Muy bien, pero esto es un videojuego, puto G de mierda! -grita, aburrido mi segundo lector, un tipo iracundo y aficionado a beber formol en los rincones de las funerarias. -Cuenta como se juega maldita sea. -dice mientras, apura un trago de una vasija color esmeralda.

La dinámica del juego mezcla elementos de sigilo, exploración  y survival horror con gran acierto, aunque sin duda, debido a la atmósfera conseguida en sus apartados técnicos predomina el elemento de terror. Joel debe abrirse paso a través de escenarios, simplemente llegar del punto A al B, y en el camino decidir si esquivar a tus enemigos o hacerles frente. Por supuesto, la munición no abunda, y debes ser discreto a la hora de elegir a tus blancos, o la forma de exterminarlos, ya que aunque Joel es mortal en los ataques cuerpo a cuerpo, cada una de las armas tiene una vida útil que disminuye cada vez que la usas, por ello conviene administrar las armas, además de lo satisfactorio que resulta matar con sigilo. Sin duda es perturbador y aun más esquivar a los enemigos sin que siquiera descubran tu presencia. Por otro lado, Ellie nunca es un peso muerto, casi siempre es capaz de defenderse por sí misma, esconderse, o brindar ayuda en momentos clave. Además las conversaciones con Joel sin duda te harán sonreír de vez en cuando. ¿Qué más puedo decir? Desde que jugué al primer Bioshock no me había sumergido tanto en un título, la ansiedad de consumo que produce The Last of Us es innegable, un juego imprescindible para cualquier usuario de PS3.

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