Factotum (1975) Charles Bukowski

A Henry Chinaski no le importa demasiado nada. Quiere beber, follar (mucho), y escribir. No necesariamente en ese orden. Pero la miseria le rodea, y debe, con el fin de mantenerse y tal vez mantener a alguna amante ocasional de conseguir un trabajo. El trabajo poco importa, lo que importa es que la paga sea fija, que se le otorgue el seguro de desempleo, que le permita comprar buen vino, conseguir coger de vez en cuando, escuchar a Brahms y escribir rabiosamente varios cuentos por semana... y a pesar de ello, a pesar de que sabemos que a Chinaski le apasiona la escritura, y la lectura, a pesar de que le sabemos inteligente, culto y bien dotado, a pesar de que conocemos de sobra su propensión a darselas de listo y a liarse a puñetazos con el primer hijo de puta que le mire mal, a pesar de sus conocidos afanes autodestructivos, a pesar de ello el desgraciado sabe inspirar cariño mientras se da vuelta a las hojas, a pesar de todo ello: uno piensa: "Chinasky se esta hundiendo en su propia mierda, le cubre hasta el cuello, le rebosa por las narices, y el muy cabrón solo empina el codo y rie como un poseso, no hay forma de que de marcha atrás." Y el lector, fascinado por la inevitable apoptosis de Chinasky no se atreve a desviar la mirada.

A pesar de ello, Chinasky de vez en cuando, voltea para arriba y observa a algun ejecutivo, con sus autos su ropa costosa y sus mujeres, y s epregunta: ¿Que tiene ese miserable que no tenga yo? Sin mebargo, conserva el orgullo, el sentido del humor, y siempre tiene una respuesta ingeniosa ante el nuevo despido, siempre presto recibe su finiquito, y siempre busca un nuevo empleo, Chinasky, tal vez no sea el mas guapo, ni el mas listo, pero es persistente. Siempre esta a medio palmo de la sima mas profunda, y habil, como por ensalmo, siempre se mantiene a flote ese medio palmo antes de hundirse por completo. Lo puedes creer o no, pero Chinasky es entre el vomito y el olor a mierda trasnochada, entre el lodo y las golpizas, las putas y las enfermedades venereas, entre todo lo sordidez que le rodea, Chinasky es un ejemplo de persistencia y esperanza.

Es imposible menospreciar esa perseverancia, es casi seguro que cientos o miles, no pudieron salir de esa zanja, fueron triturados, sus visceras machacadas y escupidas se usaron como colorante de jabón, y nadie mas les recuerda. Hay que ser un tipo duro para enfrentarse todos los días con tu peor enemigo, y mantenerte mas o menos a salvo.

A vuelo de teclado.

Cuando estudiaba el tercer o cuarto año de la educación primaria las cosas no iban bien en casa. Deudas y mas deudas. Nunca falto comida, aunque habia días en que tenias que entretener el hambre mordisqueando de a poquito una tostada dura, aderezada con sal y limon. Sospecho que mientras tanto mi madre se las arreglaba para conseguir dinero, o incluso comida, prestada. Tambéin habia dias, lluviosos en que descubrias un agujero en la suela de los botines de plastico, y el agua entraba por ahi, sobre todo si la formación para el dia de Homenaje a la bandera por mala suerte te tocaba sobre un charco.
Me di cuenta de que eramos pobres. Lo confirme despues, cuando, mi madre recortaba una plantilla nueva de una caja de cartón para el mismo viejo zapato. La plantilla nueva cumplia su cometido a medias. Pero alargaba la vida del zapato. Podría ser peor. Cuando has sido pobre es  imposible no distinguir la pobreza real de la imaginada. Me imagino que pasa igual con la guerra, o con el hambre, con el amor, o con el sexo, es imposible escribir bien de algo que no se conoce. Bukowski escribe como un maestro. Imprescindible.

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