Memorias de un francotirador en Stalingrado (1956) Vasili Záitsev


"En el fragor de la batalla, crees que todas las balas, todos los obuses y todas las bombas te apuntan a ti directamente. Te convences de que te has convertido en el blanco principal del enemigo"
El patronímico del francotirador, Zaitsev significa "conejo" y desde muy niño fue entrenado por su abuelo para cazar. Con paciencia infinita era capaz de acechar a su presa, conocer sus hábitos, sus debilidades, y escoger el momento oportuno para darle muerte. Luego, cuando se encontraba estudiando para contador estalla la guerra en su amada Rusia, y el, como se esperaría de un integrante de las juventudes comunistas se une de inmediato a la marina, y al uniformarse siente como la talaihska, le insufla valor y virilidad. Deseoso de matar por su patria, pide que se le traslade a Stalingrado...

Es imposible saber que tanto tiene de folletin y que tanto de veracidad el relato de Zaitzev en la batalla de Stalingrado, es obvio que algunos pasajes fueron retocados, y a pesar de ello, transmite con mayor vigor que casi cualquier otra narración [excepto Sin Novedad en el Frente, narración bélica imprescindible para cualquiera] la sensación de estar en guerra: la atmósfera de muerte, pestilencia, destrucción, y sobretodo, el papel del francotirador, la acechanza y paciencia que se requieren, el arte y el ingenio que implican el uso del camuflaje y de señuelos, el servicio que se presta a las tropas regulares, el como elegir a quien asesinar, y la lucha entre francotiradores de ejercitos rivales que al fin y al cabo, es una lucha de paciencia e ingenio, mas aun en un campo de batalla en que se pagaba con sangre cada palmo de terreno, y las lineas del frente cambiaban, se desdibujaban y superponían de un momento para el otro. La precisión de sus descripciones, aunada a la brevedad (parecieran partes del ejercito) sin contenido de mas, son difíciles de igualar. Por momentos recuerda al Hemingway de Por quien doblan las campanas. No hay mas que decir; imprescindible para todos los públicos.

ADD.

Seguro que este libro lo leyó Kojima.

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