Medal of Honor (PSX)

Prepare for your finest Hour.

La intangibilidad del dinero una vez que ingresas el código de la tarjeta dentro de la PSN network es demasiada, esto conlleva que tus 20 o 50 dolares que ya se embolso Sony puedan convertirse en humo con rapidez... tan solo transformado en espacio lleno dentro de un disco duro cada vez mas lleno, pero, a veces, a veces, por solo 5.99 podrás viajar a través del tiempo y el espacio y revivir épocas pasadas.






De Nostalgia y cosas peores.

El segundo FPS que jugué en mi vida, el primero fue Doom en aquella mítica versión de SNES que hizo posible el entonces técnicamente asombroso chip SFX, pero a pasado mucha sangre bajo el puente desde aquellos días, y ahora de nuevo volveremos a ponernos las botas del soldado Patterson y nos enfrentaremos contra los alemanes durante  la segunda guerra mundial.


Como han pasado los años.

El horizonte termina a media pantalla, casi toda la acción ocurre durante la noche, los pixeles son del tamaño de mi pulgar, las texturas son muy pobres, las balas deben de tener el tamaño de un cañón, y nunca, pero nunca te enfrentaras a mas de tres enemigos al mismo tiempo, y, por si fuera poco, la inteligencia artificial es casi inexistente ¿suena mal? Tal vez, pero vayamos a lo nuestro, que por algo lo he pagado, las diferencias gráficas son demasiado obvias mil años después de la publicación del titulo, sin embargo la magia del MOH no reside en su aspecto, ni siquiera en su gameplay, que es el clásico FPS (por cierto, es casi una puñetazo en la boca rejugar y notar cuanto a cambiado el genero), reside en la extrema facilidad con la que crea una atmósfera, la inmersión que conlleva, la tensión, la inigualable banda sonora y efectos de sonido, no demasiados juegos ofrecen esa gama de sensaciones mil años después de su debut, y es que arrastrarse por el fango de una alcantarilla francesa, mientras a lo lejos escuchas a tus perseguidores gritando ininteligibles frases en alemán, con los ladridos de perros entrenados de fondo, sin duda es una escena digna de revivir, sobretodo ahora que puedes hacerlo con cero ralentizaciones, y con mando inalámbrico, y con  muchas, pero muchas mas pulgadas que antaño, eso si, aquí el negocio es la nostalgia. Recomendable.

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